viernes, 21 de abril de 2017

Más allá de una dieta

Más allá de una dieta.


nutricionista-barcelona-alimentat-motivacionSegún la OMS (Organización Mundial de la Salud), en la actualidad 1200 millones de personas tienen problemas de sobrepeso y se estima que si esta tendencia actual se mantiene, en el año 2040, no más lejos de casi tres décadas,¡toda Europa tendrá sobrepeso! Aun más alarmantes son los datos es en niños y adolescentes, donde el exceso de peso afecta ya a mas del 30% de la población española.
Resulta sorprendente que con estas cifras introductorias algunas personas con exceso de peso no traten de poner remedio a esta situación y otras lo intenten pero fracasen en numerosas ocasiones. ¿Dónde radica este fracaso? ¿Por qué cuesta tanto perder peso aún sabiendo las consecuencias nocivas para nuestra salud que conlleva el hecho de no mantener un peso más saludable?
¿Cuantas veces se fracasa tras llevar a cabo una dieta para perder peso?

Falsas promesas
“Pierde 3kg en una semana”, “únete a la dieta del sirope de arce”, “averigua tu grupo sanguíneo para adelgazar con éxito”…. son solo algunas de las frases que múltiples dietas milagrosas nos ofrecen bajo el lema de que prometen “el oro y el moro” pero que finalmente acaban siendo otro fracaso más en el intento de perder peso.
       
Lo curioso es que ninguna de estas frases nos informa de que adelgazar no es cuestión de peso si no de intención por querer lograrlo y lo que resulta más importante aún, ninguna de ellas nos enseña a que perder peso debe ser compatible con una mejora para nuestra salud, tanto física como mental. Siendo realistas, a la gran mayoría de personas nos gusta comer y disfrutamos con la comida, pero parece que el placer de comer es incompatible con llevar a cabo una dieta equilibrada y saludable que permita alcanzar un peso más saludable.

Múltiples fracasos
“He hecho miles de dietas y ninguna me funciona”.  Seguramente más de una persona se pueda sentir identificada con esta frase así que cuando algo no funciona como se espera, un buen remedio es reflexionar sobre los motivos por los cuales no ha funcionado: el tipo de dieta (huye de las dietas milagrosas y escoge una dieta basada en una alimentación saludable), un profesional adecuado (el único experto en nutrición humana y dietética es el #dietistanutricionista titulado), un entorno facilitador (posees una buena habilidad culinaria, el tipo de horario laboral, las personas que te rodean te apoyan en tu decisión o incluso la comparten), …son solo algunos de ellos pero ¿y la predisposición para lograr proponerse a uno mismo tener un peso más saludable, ganar en calidad de vida y en satisfacción personal? Es fundamental que nos sintamos capaces de lograrlo, tengamos suficiente confianza en nosotros mismos y la seguridad de que es el momento adecuado para llevar a cabo una vez más una dieta para perder peso, con la diferencia de que los fracasos anteriores no sirvan para condicionar que la siguiente oportunidad para intentarlo sea de antemano otro fracaso.
 

La motivación al cambio
Así pues, en el momento en que te planteas por primera vez o por enésima vez perder peso, es el momento en el que aceptas que no estás a gusto con tu peso y estás dispuesto a cambiar esta situación o al menos no empeorarla. Una vez contemplas tu objetivo, el paso siguiente radica en pasar a la acción para conseguirlo: ¡quiero perder peso!. Para ello, es fundamental que la motivación para lograrlo nazca dentro de ti, es decir, quieras lograr un cambio que te permita mejorar tu propio bienestar, el cual al fin y al cabo, empieza por cuidarse a uno mismo. Para ello es fundamental basar los objetivos a conseguir cuando se trata de perder peso en metas realistas y adaptadas a tu propia persona. Fíjate metas a corto plazo que te resulten fáciles y asequibles de conseguir, de esta manera, lograremos nutrir nuestra motivación a medida que nuestras metas se alcancen por pequeñas que sean y evitaremos posibles frustraciones futuras.

En busca del placer
La dieta me aburre, me deprime, me cansa…son algunas de las connotaciones que se suelen asociar al hecho de realizar una dieta para perder peso. Veamos la siguiente frase:¿Como por que tengo hambre o como para sentirme mejor?
En determinadas ocasiones nuestro comportamiento alimentario se ve influenciado por nuestros estados emocionales de tal manera que el placer que nos ofrece nuestro plato preferido o nuestro alimento favorito se puede convertir en un camino escogido para compensar estos estados emocionales que nada tienen que ver con la necesidad básica de alimentarse. Por tanto, si esto ocurre, conviene pararse a reflexionar que la comida no es la única fuente de satisfacción en nuestro día a día ni mucho menos: leer el libro que nos encanta o escuchar una canción bonita, practicas una afición o darle un abrazo a una persona querida son cosas muy simples pero muy grandes a la vez, que nos pueden satisfacer mucho más que un buen plato de comida.

 


Conclusión:
Así pues, a la hora de enfrentarse a bajar esos kilos de más, no hay que dejarse llevar por falsos engaños que juegan con las expectativas y los logros personales, si no por las ganas de mejorar tu propia salud y en definitiva, estar a gusto contigo mismo. Por tanto, si eres una persona con un peso poco saludable, te invito a volverlo a intentar, a ponerle remedio con constancia, esfuerzo y dedicación diaria.

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